Enfermedad de Alzheimer, ¿Solo hay problemas de memoria?

Es conocido que en la Enfermedad de Alzheimer (EA) se hacen presentes dificultades significativas en memoria, así como en otros procesos cognitivos, como lo son los olvidos frecuentes, dificultad para recordar eventos o conversaciones recientes, planificación etc., no obstante, también se hacen presentes otros déficits importantes que afecten de manera significativa la calidad de vida de un individuo, como lo es el lenguaje, influyendo de distintas maneras dependiendo de la etapa en la que se encuentre un paciente:

• Etapa temprana: Se presentan dificultades leves, para denominar o “encontrar la palabra correcta”, teniendo fallos para reconocer o recordar el nombre de sujetos u objetos (anomia). Se pueden llegar a presentar “verborreas” (requerir un uso excesivo de palabras para transmitir un mensaje), afectando así su discretos y reduciendo su fluidez verbal. En cuanto a la lectura y escritura, se suelen comenzar a presentar dificultades.

• Etapa media: se pueden llegar a presentar el uso frecuente de “neologismos”, estas son la creación palabras nuevas o extrañas al querer referirse a algo y no poder denominarlo correctamente. Así como presentar “parafasias semánticas” (cambiar una palabra por otra diferente de un mismo campo semántico, por ejemplo, llamarle “silla” a una mesa). Del mismo modo, se presentan agrafias al haber dificultad para expresar de manera escrita una idea o pensamiento.

• Etapa tardía: presenta un lenguaje completamente desorganizado, pobre y lento, teniendo a su vez conductas verbales estereotipadas, estas son la repetición de sonidos, sígnalas o palabras al buscar transmitir un mensaje de forma verbal, ecolalias (repetir de manera inconsciente una palabra o frase que acaba de escuchar), la formación de oraciones o frases donde los elementos que la conforman son elegidas de manera inconsistente sin poder transmitir un mensaje (glosomanía) y, en algunos casos, se puede llegará presentar “mutismo” (sin emisiones de palabras), del mismo modo, se hacen presentes de manera frecuente las emisiones de sonidos como gemidos, gruñidos y balbuceos. La comunicación no verbal (uso de gestos comunicativos), toma un mayor peso al haber dificultades para transmitir adecuadamente un mensaje verbalmente. Asimismo, la comprensión se ve alterada, siendo incapaz de seguir indicaciones simples.

Es importante contar con una evaluación neuropsicológica para determinar correctamente el nivel de deterioro de los diferentes procesos cognitivos que se afectan en la EA y realizar una intervención oportuna.

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