¿Qué cambios físicos son “normales” al envejecer y cuáles son señal de alarma?
Existen cambios físicos en las personas a medida que envejecemos, muchos de los cuales son parte del crecimiento y la maduración, pero de igual manera, existen cambios físicos que nos pueden alertar sobre un proceso de enfermedad, por consiguiente, saber y reconocer los cambios físicos pueden ayudar en la detección de algún proceso de enfermedad.
¿Qué es el envejecimiento?
El envejecimiento es el proceso que inicia desde el momento que nacemos y finaliza en el momento de la muerte, a diferencia de la vejez, la cual es considerada la ultima etapa de la vida y se dice que comienza a los 60 años de edad. (INAPAM, 2019)
Los cambios físicos que sufre la persona durante el proceso del envejecimiento son principalmente causados por la disminución en la velocidad de la regeneración de las células, debido a esto, órganos y sentidos se ven afectados.
La mayoría de las funciones internas también disminuyen con la edad. La mayoría de las funciones corporales alcanzan su punto máximo poco antes de los 30 años, momento a partir del cual comienza un declive gradual pero constante. A pesar de esta disminución, la mayoría de las funciones siguen siendo correctas porque la mayoría de los órganos tienen una capacidad funcional significativamente mayor de la que el cuerpo necesita (reserva funcional). Por tanto, no es el envejecimiento normal, sino las enfermedades las que explican la pérdida de funcionalidad en la edad avanzada.
En este proceso de envejecimiento los cambios normales se podrían describir de la siguiente manera.
- Cerebro: Disminuye la cantidad de neuronas y las personas de edad avanzada tienden a presentar, lentitud al moverse, perdida o disminución de los reflejos, presentan deterioro en la memoria a corto plazo.
- La piel se vuelve más delgada, la cantidad de elastina que contiene disminuye y su capacidad de termorregulación disminuye. De igual manera, se reduce el efecto de retención de agua en la piel, provocando que ésta luzca flácida y arrugada. Se consideran normales la flacidez y sequedad de la piel, así como la presencia de manchas en la cara y algunas otras formaciones benignas.
- En los huesos, los osteoclastos, las células que metabolizan el tejido óseo, continúan funcionando durante toda la vida, mientras que los osteoblastos, las células que forman el tejido óseo, van perdiendo gradualmente su función. Al mismo tiempo, las personas que tienen poca exposición a la luz solar y no consumen productos lácteos enriquecidos pueden tener niveles insuficientes de vitamina D, que es necesaria para transportar el calcio a los huesos, debido a esto, las personas tienden a perder algunos centímetros de altura, esto se considera normal en el proceso de envejecimiento.
- En los músculos, la masa muscular tiende a disminuir, llegando de esta forma a la atrofia y la debilidad muscular (estrechamente asociadas con las caídas), la marcha inestable y la inactividad física pueden contribuir a fracturas, hematomas o desgarros de la piel, esto debido la disminución en la función de las células, haciendo que el tejido muscular pierda función y se atrofia.
¿Qué cambios se consideran señales de alarma?
Todos los cambios físicos en el cuerpo se llevan a cabo de manera simétrica, es decir, lo que sucede en la mano izquierda es similar a lo que sucede en el lado derecho, por lo tanto, cualquier cambio que no represente simetría en el momento de su ocurrencia puede considerarse una advertencia.
- Cerebro, Los signos y síntomas neurológicos graves que no forman parte del envejecimiento normal incluyen una pérdida significativa de la memoria actual y distante, alteración del estado mental, falta de coordinación con pérdida de la destreza motora y del uso de palabras. sin sentido o inapropiado.
- En la piel, si el adulto presenta áreas de daño en la piel, se deben descartar signos y síntomas de infección como hinchazón, dolor, enrojecimiento, secreción y calor en el área. Si el paciente presenta daños en la piel en varios lugares, estos son profundos o existen áreas extensas de equimosis, úlceras de origen venoso o arterial o sequedad severa de la piel, es necesario notificarlo al médico de familia.
- En los huesos, en este caso en las articulaciones, en el adulto se debe excluir la presencia de deformidades, desviación de los dedos y curvatura anormal de la columna, deformación en articulaciones, como la rodilla; Todos estos pueden indicar la presencia de pérdida ósea, osteoartritis u osteoporosis, de la misma manera, es necesario descartar dolor, tumefacción o rigidez en las articulaciones.
- Músculos, en este caso se debe evaluar y observar si el adulto se cae, con qué frecuencia tiene este tipo de accidentes, tiembla al realizar cualquier actividad que implique esfuerzo físico, pierde mucha masa muscular, los movimientos son más cortos de lo esperado.
Es importante prestar atención a aquellos cambios que se presentan y, en caso de dudas, siempre será recomendable acudir con un profesional de la salud especializado en atender población de adulto mayor, para así, responder a las preguntas que se tengan y recibir una atención adecuada oportunidad y acordé a sus necesidades en caso de ser necesario.
Referencias:
De Las Personas Adultas Mayores, I. N. (s. f.). Envejecimiento y vejez. gob.mx. https://www.gob.mx/inapam/es/articulos/envejecimiento-y-vejez?idiom=es
Stein, A. (2003, 1 agosto). El envejecimiento es algo más que una piel arrugada. Nursing. https://www.elsevier.es/es-revista-nursing-20-articulo-el-envejecimiento-es-algo-mas-13050916
Stefanacci, R. G. (2023, 30 agosto). Cambios corporales relacionados con el envejecimiento. Manual MSD versión para público general. https://www.msdmanuals.com/es-mx/hogar/salud-de-las-personas-de-edad-avanzada/envejecimiento-del-organismo/cambios-corporales-relacionados-con-el-envejecimiento#v8967819_es