La atención y la memoria ¿cómo se relacionan?

La atención y la memoria son procesos muy importantes para la realización de todas las actividades que realizamos día a día, cuando estas se ven disminuidas o se ven afectadas, se presentan una serie de problemáticas importantes que pueden llegar a afectar la funcionalidad e independencia de un individuo. En casos extremos, las dificultades en estos procesos cognitivos pueden llevarlos a cometiendo fallos importantes que pueden llegar a comprometer su salud o la de los demás

¿Qué es la memoria?

En pocas palabras, la memoria es la capacidad de recuperar información previamente almacenada, “recordar”. A grandes rasgos, la memoria se da en 3 etapas: codificación, almacenamiento y evocación.

Codificación: es la etapa inicial del proceso de memoria, en ella se forma una representación mental de la información recogida. Esta etapa es de gran importancia debido a que si hay un error en ella, su almacenamiento se ve comprometido y, por consiguiente, su evocación se vuelve menos precisa y se presentan más olvidos.

Almacenamiento: en esta etapa se busca retener la información que fue codificada con anterioridad para su uso posterior.

Evocación: en ella se recupera la información almacenada.


¿Y la atención? ¿Qué es y cómo influye en la memoria?

La atención se puede definir como el proceso cognitivo que le permite a un ser humano atender aquellos estímulos que lo rodean y así ser consciente de ellos. El proceso atencional es importante para el correcto procesamiento de toda información del ambiente, ya sean sonidos, imágenes o sensaciones. 

El proceso atencional es sumamente importante en la memoria, debido a que para que pueda ocurrir la primera etapa de la memoria (codificación), debemos focalizar nuestra atención en ello, para, posteriormente, poder almacenarla y así recuperar la información cuando la necesitemos. Si nuestra atención se ve comprometida, ¿cómo podemos esperar que nuestra memoria trabaje adecuadamente?

En algunos casos específicos de deterioro cognitivo en el adulto mayor, donde se presentan dificultades atencionales pero conservan en un mejor estado su proceso de memoria, pero aún así les cuesta más trabajo recordar algunos eventos recientes, ¿por qué? Porque el problema radica en su atención, si no puede codificar adecuadamente la información, no la podrá almacenar ni evocar.

Ballesteros (2014), menciona un estudio en el que se concluyó que la atención es una variable muy importante, no solo para la etapa de codificación, si no para el momento de buscar recuperarla (evocación), esto se observó no solo en la memoria inmediata, también a largo plazo. 

Entonces, ¿qué pasaría si el adulto mayor aprende estrategias nuevas para mejorar su atención o se le brindan facilitadores que le ayuden con ello?  

Si consigue realizar adecuaciones o aprende a hacer uso de estrategias, su memoria, de manera indirecta, se verá beneficiada, a un mejor nivel atencional, mejor capacidad de codificación, almacenamiento y evocación. 

 

Recomendaciones generales

Si queremos mejorar un poco nuestra calidad de memoria o la de un adulto mayor, debemos trabajar en nuestra atención. De tratarse de un asunto importante, hay que reducir distractores y observar, analizar y escuchar con detenimiento aquella información importante. De igual forma, mantener constante estimulación cognitiva es importante para mantener las capacidad mentales actuales y evitar que dichas problemáticas puedan empeorar en el futuro.

 

 


Referencias
 

Ballesteros, S. (2014). La atención selectiva modula el procesamiento de la información y la memoria implícita. Revista Acción Psicológica, 11(1), 7-20. Recuperado de: https://dx.doi.org/10.5944/ap.1.1.13788




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