Envejecimiento saludable y calidad de vida
El envejecimiento es un proceso natural en el cual se puede observar un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales, así como presentar mayores riesgos de padecer alguna enfermedad, esto debido a los cambios que ocurren en nuestro organismo y en su funcionamiento. Si bien, como se dijo anteriormente, es un proceso natural, se pueden identificar múltiples factores que influyen en ello y en lo que se conoce como “envejecimiento saludable”.
¿Qué es el envejecimiento saludable?
Se conoce como envejecimiento saludable al proceso de desarrollo y mantenimiento de las capacidades funcionales que conceden un estado de bienestar a un individuo que se encuentra en la etapa de la vejez (OMS, 2019).
¿Qué es la capacidad funcional?
La capacidad funcional, en pocas palabras, hace referencia a aquellas
habilidades que tiene una persona que le permiten llevar a cabo sus actividades de la vida diaria. Dichas capacidades se componen de algunos dominios principales:
- Satisfacer necesidades básicas, como lo son alimentarse, asearse, vestirse, entre otras.
- Continuar aprendiendo, creciendo y tomando decisiones.
- Contar con una adecuada movilidad
- Lograr establecer y mantener relaciones personales, tanto con amigos o familia.
- Contribuir a la sociedad, sentirse parte de la misma y no ajenos a ella, seguir aportando, pudiendo ser de manera física (trabajando o realizando tareas específicas), aportando ayudas a partir de sus conocimientos y experiencias, etc.
Dicho lo anterior, podemos darnos cuenta de que a falta de algunas de las capacidades funcionales o la reducción de las mismas, el bienestar de una persona se puede ver afectada en menor o mayor medida. Lo que se busca con un envejecimiento saludable, así como se mencionó con anterioridad, es seguir desarrollándose y manteniéndose. No obstante, existen otros factores que influyen en las capacidades funcionales de un individuo, las cuales son el entorno y las capacidades intrínsecas.
El entorno, a grandes rasgos, es todo aquello que rodea a una persona, el cual implica el hogar, la comunidad en la que habita y a la sociedad en general a la cual pertenece. Factores como las personas que se encuentran a su alrededor, sus relaciones, los valores, la cultura, las políticas de salud, aquellos sistemas que las sustentan y los servicios que estos prestan. Las características del entorno pueden llegar a afectar la interacción con la misma.
¿Qué es la capacidad intrínseca?
La capacidad intrínseca de una persona, son todas aquellas capacidades físicas y mentales de un individuo que le permiten llevar a cabo cualquier actividad, incluyendo la capacidad para caminar, hasta el poder ver u oír todo aquello que lo rodea, así como pensar, recordar o planificar. Esta se puede ver influenciada por diversos factores, como la presencia de enfermedades, traumatismos y/o aquellos cambios que se presentan de manera natural con la edad.
En conclusión, para lograr un envejecimiento saludable se tienen que tener presentes estos 3 factores y trabajar a partir de ello, buscar mantener las capacidades funcionales o incluso ampliarlas, mejorando la calidad de vida de una persona.
Recomendaciones
Es importante encontrarse en un entorno que favorezca el mantenimiento
de las capacidades intrínsecas y funcionales de una persona. En ocasiones, la misma cultura, sin saberlo, puede afectar en gran medida al realizar acciones que, si bien son hechas con el fin de apoyar a un adulto mayor, como lo son reducir enormemente su carga de trabajo o esfuerzo, evitando que realicen ciertas actividades de las cuales aún cuentan con la capacidad de realizar, pueden generar un efecto opuesto, creando así un entorno poco estimulante, así como llegar a afectar emocionalmente a un individuo al sentirse con “poca utilidad”.
¿Eso significa que no debemos ayudarlos y dejar que hagan todo ellos solos? No, siempre podemos prestar apoyo si presentan mucha dificultad para realizar una tarea o si cuentan con alguna limitación en sus capacidades intrínsecas que se lo impide, no se trata de no dar apoyo, es cuestión de identificar qué actividades pueden llevar a cabo por ellos mismos y en cuáles podemos apoyarlos, así como responder a sus necesidades y peticiones en caso de solicitar ayuda con algo.
Buscar generar un entorno en el que puedan seguir contribuyendo a la sociedad es de gran importancia, pudiendo adaptar cada caso según sean sus capacidades, yendo desde acciones como lo sería ir a grupos de lectura en donde se lean cuentos a niños, hasta apoyar en labores domésticas como lo es la cocina, prestar apoyo como consultor al compartir su propia experiencia y conocimiento, entre muchas otras acciones. Todo ello genera un ambiente estimulante, manteniendo a un individuo activo, evitando así una vida sedentaria y llegando a mejorar el estado de ánimo.
Referencias:
OMS. (2019). Década del envejecimiento saludable 2020-2030. Recuperado de: https://www.who.int/docs/default-source/documents/decade-of-health-ageing/decade-healthy-ageing-update1-es.pdf?sfvrsn=d9c40733_0